Idas y (ah…) venidas

Éramos muchos y eso era extraño ya de por sí, entramos abultadamente y así quedamos pero pudimos divertirnos encontramos uno más para estar completos. Todos no sabían que estaban haciendo ahí sin embargo se encontraban por algún motivo (porque no se les obligó), yo pensando que sería la rutina de siempre y cavar igual o mejor que cada vez ocurría, pero todo al final tiene su defecto que esta vez fue un Meyer, un compañero que ya estaba por caer; si yo no hubiera dicho o hecho algo es como lamentarse de algo ocurrido por eso no diré nada que pude hacer.

Un hueco de mala muerte repleto de universitarios que buscan mejorar sus notas o relajándose para acabar bien el ciclo en estos lares, incluso nosotros pero nos dimos cuenta que ya vamos perdiendo el toque de ir a disfrutar, en cambio esta vez salimos muy mal e incluso vetados del local (somos personas no gratas), pero eso es lo de menos, lo que me llamó la atención fue las personas que nos acompañaron y estuvieron con nosotros que más que disfrutar estaban pensando que hacían ahí; recuerdo que una de ellas me dijo que parecíamos estúpidos estando parados y todos los demás clientes sentados pero le respondí mentalmente (nunca escucho la repuesta),los varones generalmente tomamos de esa manera parados en ronda, formando un círculo y generalmente en grupo porque sería completamente imposible que todos tomasen juntos.

La conclusión es que el compañero que la cago la fiesta creo que se cagó así mismo más allá de que su “señora” le haya estado sacando pica y el otro pata que nada tenía que ver, se fue haciendo lo mismo que hacía dentro del local joder y joder…

Joder…Joder… Tío deja de joder… Ey imbécil deja de joder… Joder hostias…